Y si las esperas son pocas, hay que aguantar más, pues a finales de 2010 la editorial Baile de Sol me comunica que llevan retraso, que el contrato ha caducado y se requiere una renovación. Impepinablemente, lo admito y en pocos días el nuevo contrato es firmado. Se me saltan nuevamente las lágrimas.
Se aprovecha la ocasión para introducir el formato electrónico y, para prevener nuevos retrasos, se indica en el texto que la novela será publicada dentro de los dos años siguientes. ¿No desespero? No, no desespero. ¿Me muero de ganas? Sí, me muero de ganas.
En resumen... ¡¡¡¡cuánto cuesta!!!!